Controvertida, intensa, apasionada y con un carácter tormentoso, Elsa Morante (Roma, 1912-1985) empezó a escribir jovencísima relatos para entretener a sus hermanos que después siguió publicando en revistas infantiles. A los dieciocho años se fue de casa con la determinación de ser escritora. Tras malvivir corrigiendo tesis doctorales, en 1937 conoció a Alberto Moravia —que ya entonces cosechaba críticas brillantes— y con él formó parte de ese grupo de intelectuales de izquierdas en el que militaban Cesare Pavese, Natalia Ginzburg, Leonardo Sciacia o Pier Paolo Pasolini. Ya casados, en Roma primero y escondidos después en un pueblo de la costa cuando se supieron perseguidos con el auge del fascismo —los dos eran descendientes de judíos—, su relación fue complicada, llena de tiras y aflojas, de idas y venidas. Ella siempre se sintió eclipsada por la fama de él; él siempre creyó que ella trataba de anularlo. Mientras Moravia recibía elogios, a Morante los críticos le reprochaban ser folletinesca y antigua. Tuvieron que pasar los años para que se le reconociera como la gran escritora que es.

Envió el manuscrito de su primera novela, Mentira y sortilegio, a Natalia Ginzburg, editora de Einaudi en Turín. Lo mandó, desafiando a la suerte, por correo sin conservar copia, ochocientos folios mecanografiados y con correcciones escritas con pluma roja. Ginzburg la leyó «de un tirón y me gustó inmensamente. (...) Sólo sabía que me fascinaba y que hacía mucho tiempo que no leía nada que me diese tanta vida y felicidad». Después llegarían otras cuatro novelas —todas publicadas en España por Lumen—, siempre con las relaciones familiares como eje fundamental. Su obra magna es la monumental La historia, novela clave de la literatura italiana del siglo XX.

El sello Círculo de Tiza publica A favor o en contra de la bomba atómica (traducción de Flavia Cartoni), ensayos escritos entre 1950 y 1978 que recogen artículos, conferencias y un par de textos inéditos sobre temas muy variados, desde una poética de la novela o una visión sobre la literatura y el proceso de escritura hasta una declaración de amor a la Piazza Navona de Roma o a un análisis de la pintura de Fra Angelico. Elsa Morante apenas concedió entrevistas o hizo declaraciones a la prensa: siempre remitió a sus textos a quien quisiera conocer su opinión. Estos ensayos nos acercan al pensamiento de la escritora italiana.

	A FAVOR O EN CONTRA DE LA BOMBA ATÓMICA ELSA MORANTE Ed. Círculo de Tiza Año de edición: 2018

Este artículo apareció publicado el jueves 1 de noviembre de 2018 en «Artes & Letras», suplemento cultural de Heraldo de Aragón. Aquí podéis descargar el artículo en PDF.

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