Cuando llegaba el otoño, Gloria Steinem (Toledo, Ohio, 1934) sabía que comenzaba el ritual que su padre, cada año, desplegaba: la familia subía a una caravana y recorría el país, sin colegio —no fue a clase hasta los 12 años-, sin obligaciones, sin una ruta prefijada, comprando antigüedades que más tarde revendían. El virus del nomadismo arraigó en ella muy fuerte. Tanto, que dedicó su vida a viajar: siguiendo a su padre al principio, siguiendo sus principios durante toda su vida.

Un viaje a la India en los años 50 la convenció de que las revoluciones deben nacer desde abajo. Tal vez siguiendo los pasos de su abuela (líder de las Sufragistas de Ohio) se implicó en distintas causas —la lucha contra la segregación racial, el incipiente movimiento feminista, los derechos de las minorías étnicas- y viajó por todo el país ayudando a articular a la población en los primeros movimientos organizados. Pronto se convirtió en un icono en la defensa de los derechos civiles y en la lucha por la igualdad de las mujeres.

Desde muy joven trabajó como periodista freelance. Se infiltró como chica Playboy para denunciar  en un reportaje sus pobres condiciones laborales. Fue colaboradora de la revista New York desde su inicio, la primera mujer periodista en ese medio —escuchó a Gay Talese decir a Saul Bellow, cuando compartían un taxi, que cada año llegaba a Nueva York una chica guapa que quería ser escritora y que ella era la de ese año- y fue fundadora de la revista Ms, primera publicación feminista americana.

Steinem ha sido testigo de excepción de muchos hechos que cambiaron la historia: escuchó a  Martin Luther King en la marcha sobre Washington de 1963; despidió a Kennedy en la Casa Blanca cuando salió por última vez antes de viajar a Dallas, donde fue asesinado; estaba en Florida mientras se cuestionaba el recuento de papeletas que dieron la presidencia a Bush en el año 2000… Sus memorias de activista llegan a las librerías de la mano de Alpha Decay. Mi vida en la carretera (traducción de Regina López Muñoz, 348 páginas) es un relato de descubrimiento personal a la par que la crónica del gran cambio social que se produjo durante la segunda mitad del siglo XX. La conquista de muchos de los derechos que ahora se disfrutan fue una labor de zapa de muchas mujeres como Steinem que contagiaron persona a persona, voto a voto, las ganas de cambiar el mundo.

MI VIDA EN LA CARRETERA STEINEM, GLORIA Editorial Alpha Decay Año de edición: 2016 Páginas: 348

Este artículo apareció publicado el jueves 24 de noviembre de 2016 en «Artes & Letras», suplemento cultural de Heraldo de Aragón. Aquí podéis descargar el artículo en PDF.

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