La tercera de ocho hijos y con una madre enferma, Mary Cholmondeley (Shropshire, Inglaterra, 1859-1925) tuvo que hacerse cargo de sus hermanos desde muy joven. Acostumbrada a escuchar las historias de Dickens, Austen o Stevenson que su padre les leía por las noches, pronto empezó a inventar las suyas propias para entretener a los pequeños. Escribió su primera novela a los dieciocho años y pronto estaba publicando sus obras por entregas en los periódicos. En 1899, tras haber publicado algunas novelas con muy buenas críticas, se decidió a retratar de forma afilada la sociedad de la época, la ortodoxia religiosa y las convenciones sociales. La sátira, precursora del movimiento feminista New Woman, fue todo un éxito: ‘Un guiso de lentejas’ vendió 20000 ejemplares en dos semanas a los dos lados del Atlántico y fue alabada por Virginia Woolf y Henry James.

Un guiso de lentejas (traducción de Ricardo García Pérez; Nocturna ediciones) es un delicioso enredo victoriano con dilemas morales, aristócratas infieles, amantes despechadas, herederas codiciadas, duelos de honor... Y entre todos ellos encontramos a las dos protagonistas, Hester y Rachel, dos mujeres que se ahogan en el destino que la sociedad, pacata y represora, tiene reservado para ellas.

Las dos protagonistas son muy diferentes: Hester es escritora y vive sólo para escribir, lo cual le resulta muy complicado viviendo con su hermano —un vicario retrógrado de ideas radicales sobre la moral—, su celosísima esposa y sus tres hijos. Rachel, tras muchos años viviendo en la pobreza absoluta, se convierte en la heredera más rica —y más repentinamente deseada— de Londres gracias a una herencia providencial. El sentido de la vida de Hester es escribir; el de Rachel, encontrar el amor verdadero y escapar de un pretendiente que le conviene tanto como le aburre. Para conseguirlo, para conquistar ese espacio y esa habitación propia, las dos amigas tendrán que enfrentarse a la opresiva moral de la época.

Un guiso de lentejas es un tratado sobre la mentira y sus consecuencias, sobre el dolor de saberse engañado, sobre la decepción, sobre la intransigencia al juzgar a los demás, sobre la soberbia de quien cree que su versión de la historia es la única verdad posible. Y es, sobre todo, un canto a la independencia y a la libertad de unas mujeres que tuvieron que pelear fuerte para ser respetadas y tener su propio cuarto, su propia vida.

Este artículo apareció publicado el jueves 25 de abril de 2019 en «Artes & Letras», suplemento cultural de Heraldo de Aragón. Aquí podéis descargar el artículo en PDF.