En la historia de la ciencia hay documentación muy abundante sobre los hombres que han marcado este camino pero muy poca acerca de las mujeres que han trabajado en él. Adela Muñoz Páez, catedrática de Química Inorgánica de la Universidad de Sevilla ha decidido remediarlo e investigar acerca de las mujeres relevantes en la ciencia universal que, a pesar de sus importantes contribuciones en todos los ámbitos científicos, han pasado desapercibidas al construir el relato oficial de la ciencia.
Sabias. La cara oculta de la ciencia (Debate) es un apasionante viaje por la historia de la ciencia deteniéndose en mujeres muy valiosas. Algunos nombres son conocidos y cuentan con abundante bibliografía, como Hypatia de Alejandría, Flora Tristán o Marie Sklodowska-Curie. Otras no lo son tanto y apenas se ha escrito sobre ellas: Hildegarda de Bingen, “la sabia más deslumbrante de la Edad Media”, autora de importantes enciclopedias de botánica, zoología, mineralogía y medicina; Oliva Sabuco, que no tuvo estudios formales pero que rebatió las tesis de Galeno; Maria Sibylla Merian, pintora que estudió a los insectos y sus transformaciones; la Marquesa de Chatelet, que tradujo la obra de Isaac Newton al francés; Marie Paulze-Lavoisier, traductora, ilustradora y mucho más que una asistente de su marido, considerado el padre de la química o Caroline Herschel, astrónoma que descubrió un cometa y que construyó telescopios.
El viaje de Adela Muñoz sigue por las feministas universitarias: las cristalógrafas Kathleen Londsale, Rosalind Franklin o la Premio Nobel Dorothy Crowfoot Hodgkin -que vio como un periódico inglés lo anunciaba como «Ama de casa de Oxford gana el Nobel»-; y termina en las científicas españolas que se formaron en la Residencia de Señoritas durante la República, gracias al empeño de María de Maeztu en que las mujeres estudiaran ciencias, y al relevante papel de la Junta de Ampliación de Estudios que becó a muchas de ellas para estudiar fuera de España. Una de estas pensionadas fue Jenara Vicenta Arnal, nacida en Zaragoza en 1902 y doctora en Química, una de las primeras catedráticas del Instituto de Física y Química. El recorrido termina con Rita Levi-Montalcini, Premio Nobel de Medicina y uno de los científicos más importantes del siglo XX.
Adela Muñoz consigue con este libro poner a estas mujeres brillantes en el lugar donde siempre debieron estar.
SABIAS. LA CARA OCULTA DE LA CIENCIA |
Este artículo apareció publicado el jueves 13 de abril de 2017 en «Artes & Letras», suplemento cultural de Heraldo de Aragón. Aquí podéis descargar el artículo en PDF.
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